10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental
Hablar de salud mental es fundamental para nuestro bienestar integral. Así como cuidamos nuestro cuerpo, debemos prestar atención a nuestra mente y emociones. La salud mental influye en cómo pensamos, sentimos y actuamos, afectando nuestras relaciones, nuestra capacidad para manejar las emociones y nuestra calidad de vida en general. Sin embargo, a pesar de su importancia, muchas personas aún encuentran difícil abordar este tema.
En una sociedad que está comenzando a reconocer la importancia de la salud mental, todavía enfrentamos desafíos significativos. Aunque hemos avanzado en nuestra comprensión y aceptación, persisten estigmas que dificultan que muchas personas den el paso hacia el cuidado de su bienestar emocional.
La falta de información y el temor a ser juzgados contribuyen a que estos mitos persistan, creando barreras que dificultan el acceso a los tratamientos y terapias necesarias para sobrellevar estas situaciones. En este contexto, es fundamental que continuemos trabajando para desmentir estas creencias y ofrecer una visión más informada y empática sobre la salud mental.
A continuación, desmentiremos cinco de los mitos más comunes sobre la salud mental, con el fin de abordar estos temas de manera abierta y contribuir a romper los estigmas que, lamentablemente, aún persisten.
Mito 1: "Los problemas de salud mental son un signo de debilidad".
La salud mental es como la salud física, todos pueden enfrentar desafíos en algún momento de la vida. Los trastornos mentales no son una señal de debilidad ni de falta de carácter, y al igual que cualquier otra condición médica, requieren atención y tratamientos adecuados. Recuerda que buscar ayuda es un acto de fortaleza y valentía, no de debilidad.
Mito 2: "Todas las personas con trastornos mentales son peligrosas y violentas”.
Este mito es uno de los más dañinos y estigmatizantes, ya que la mayoría de las personas con problemas de salud mental no representan ningún peligro hacia los demás.
Si bien, ciertas enfermedades mentales pueden contribuir a que haya cambios en la conducta, con los tratamientos adecuados se pueden gestionar de manera efectiva.
Mito 3: "La terapia es para las personas que están locas".
La terapia es una herramienta muy valiosa para cualquier persona que desee mejorar su bienestar emocional, enfrentar desafíos personales o simplemente crecer como individuo. No es solo para los trastornos graves, cualquiera puede beneficiarse de hablar con un profesional.
La Organización Mundial de Salud (OMS) y el Ministerio de Salud promueven la terapia como un recurso importante y preventivo que nos beneficia a todos.
Mito 4: "Las personas con trastornos mentales no pueden trabajar ni ser productivas."
Este mito perpetúa la idea de que quienes tienen un trastorno mental están incapacitados para llevar una vida laboral normal. La realidad es que muchas personas con estas enfermedades, con el tratamiento y el apoyo adecuado, pueden ser altamente productivas y exitosas en sus carreras.
Mito 5: “Los niños no pueden tener problemas de salud mental”.
Es un error común pensar que los problemas de salud mental solo afectan a los adultos. Los niños también pueden experimentar trastornos mentales como la depresión, la ansiedad, y el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Ignorar los síntomas bajo la creencia de que es "solo una fase", puede llevar a problemas más graves en un futuro.
Romper los estigmas de la salud mental no es solo una tarea para los profesionales, es una responsabilidad de todos. Al educarnos, cuestionar nuestras propias creencias y generar espacios de diálogo, podremos construir un entorno donde cada persona se sienta segura de buscar ayuda y expresar sanamente sus emociones.
Sigamos siendo agentes de cambio, promoviendo el bienestar emocional y apoyando a quienes nos rodean. Al final del día, una sociedad más comprensiva y empática nos beneficia a todos.