julio 7, 2025

¿Estás seguro de que tu presión arterial está bajo control?

Alimentación saludable para la hipertensión

Nos hemos acostumbrado a que el cuerpo nos avise cuando algo no anda bien. Un dolor aquí, una molestia allá… señales que nos obligan a hacer una pausa y prestarle atención a nuestra salud. Pero, ¿qué pasa cuando hay un problema silencioso, uno que avanza sin que te des cuenta?

La hipertensión es justamente así: una amenaza invisible. Puede estar afectando tu corazón, tus riñones e incluso tu cerebro sin que notes ningún síntoma. Y cuando finalmente aparece en el radar, muchas veces ya ha dejado su huella.

Si hay algo que complica aún más su detección, es la cantidad de mitos y creencias erróneas que giran en torno a ella. Hoy es momento de poner las cosas claras y derribar esas falsas ideas que pueden costarnos la salud.

Mito 1: Solo los adultos mayores tienen hipertensión

🚫 FALSO.

Sí, el riesgo aumenta con la edad, pero la hipertensión no es exclusiva de los mayores. Cada vez más jóvenes e incluso adolescentes están siendo diagnosticados con presión arterial alta. ¿Los culpables? El estrés, el sedentarismo, la mala alimentación y, por supuesto, los antecedentes familiares.

El problema es que muchos ni siquiera se revisan la presión porque creen que "eso solo le pasa a los abuelos". Error. La clave está en monitorearla regularmente y actuar antes de que haya complicaciones.

Mito 2: La hipertensión siempre tiene síntomas

🚫 FALSO.

"No tengo dolor de cabeza, ni mareos, ni nada raro… así que mi presión debe estar bien, ¿cierto?"


Incorrecto.

La hipertensión puede avanzar en silencio durante años. Cuando finalmente aparecen síntomas, muchas veces ya ha afectado órganos vitales como el corazón o los riñones.

La solución: consultar al médico. No esperes a "sentirte mal" para revisar tu presión. Las revisiones médicas periódicas son clave para detectar y controlar la hipertensión a tiempo. Y si buscas una solución más rápida y premium, en Salud Colsubsidio puedes hacerte un chequeo médico preventivo completo en un solo día, con especialistas que evaluarán tu estado de salud de manera integral y te guiarán en las mejores acciones para cuidarte. ¡No dejes para después lo que puedes prevenir hoy! 

Mito 3: La hipertensión no se puede controlar

🚫 FALSO.

¡Claro que se puede! A pesar de que es una condición crónica, con los cuidados adecuados puedes llevar una vida normal y saludable.

✔ Come más frutas, verduras y proteínas magras.
✔ Reduce la sal y los ultraprocesados.
✔ Haz ejercicio regularmente.
✔ Evita el tabaco y el exceso de alcohol.
✔ Maneja el estrés con actividades que disfrutes.

En algunos casos, el médico puede recetar medicamentos, ya que son fundamentales para cuidar la salud según cada paciente. Sin embargo, también es clave mantener hábitos saludables que complementen el tratamiento y ayuden a prevenir complicaciones.

Mito 4: Si me mido la presión y está alta, significa que tengo hipertensión

🚫 FALSO.

La presión arterial puede subir por muchas razones: estrés, falta de sueño, cafeína, ejercicio reciente o incluso el famoso "síndrome de la bata blanca" (ese nerviosismo que nos da en el consultorio médico).

Para confirmar si tienes hipertensión, no basta con una sola medición. Se necesitan controles repetidos en distintos momentos del día. Si los valores se mantienen altos constantemente, es momento de actuar.

¿Por qué es tan importante desmentir estos mitos?

Porque la hipertensión no es un juego. Es una de las principales causas de enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal. Pero lo bueno es que puedes prevenirla, detectarla a tiempo y controlarla.

En Salud Colsubsidio, contamos con el Programa Latir, diseñado especialmente para personas con hipertensión y otras condiciones crónicas. A través de este programa, brindamos a nuestros pacientes un acompañamiento integral con especialistas que los ayudan a manejar su presión arterial y a mejorar su calidad de vida. 

Cuidar tu presión arterial es cuidar tu bienestar. Da el primer paso hoy y protege tu corazón.